sábado, 9 de julio de 2011

Misiones

Esta vez nos fuimos para la otra punta y la bandera llego a Misiones de la mano de Patricia, agradecemos su participación y su relato, que lo disfruten!

CATARATAS DEL IGUAZU, MISIONES

Para esta aventura, la bandera y yo recorrimos los 14.000 kilómetros que separan la ciudad de Buenos Aires de las Cataratas del Iguazú, en la provincia de Misiones. Es un viaje largo, pero el maravilloso paisaje vale la pena.

El río Iguazú (que significa “agua grande” en guaraní) mide más de dos kilómetros de ancho. A la altura de las Cataratas, se precipita desde 82 metros de alto en 275 saltos dispersos a lo ancho del todo río, dando lugar a uno de los espectáculos más bellos del mundo.

Dia 1: Para poder acercarnos a las Cataratas en su lado brasilero, debemos ingresar al Parque Nacional do Iguaçu. Allí un bus nos lleva desde la entrada hasta las pasarelas, desde las cuales podemos observar los saltos.

Allí el paisaje es bellísimo, con una vista panorámica de las cataratas que quita el aliento. Una pasarela nos acerca hasta los saltos, donde no sólo vemos las cataratas, sino que las vivimos, ya que uno sale empapado por la “llovizna”. Mojarse forma parte de la experiencia, y con el calor ni siquiera resulta incómodo.

Lamentablemente el día estaba nublado, así que nos perdimos de observar el arco iris que suele formarse allí.

Luego de la ducha, ascendemos por las escaleras para concluir en un mirador. Durante el tiempo que estuvimos allí, con un salto a pocos metros (tanto que parece que si uno alarga la mano lo puede tocar) pudimos observar cómo el agua iba a aumentando su caudal, y cambiando su color, que viró hacia el marrón rojizo.

Todavía húmedos y felices, emprendemos el regreso, impacientes por conocer las Cataratas de “nuestro” lado.

Dia 2

Esta vez nos tocan las cataratas del lado argentino, para lo que es necesario ingresar al Parque Nacional Iguazú (muy originales brasileros y argentinos para nombrar sus parques, como pueden ver). Aquí no hay buses, sino un trencito ecológico que nos lleva literalmente a través de la selva. El verde esmeralda de la vegetación es, luego de las Cataratas mismas, el mayor atractivo de la zona. Dan ganas de bajarse del trencito y sentarse en el medio de la selva, que respira vida.

Una vez llegados a la estación final del recorrido, la estación Garganta del Diablo, desde la que nace una pasarela de metal que recorre 1.100 metros sobre el río, hasta terminar en el salto de Garganta del Diablo.

La vista es todavía más maravillosa que del lado de Brasil. Hasta donde alcanza la vista, todo lo abarca el río que se precipita en infinidad de saltos.

Al verme desplegar la bandera, una señora del contingente me pidió si podía sacarse una foto con ella.

Eso se llama convertir a los non-believers!!!

Igualmente, para mi pesar, la señora no solicitó mayor información acerca del asunto. Una lástima!

Dia 3

Ya emprendiendo el camino de regreso, nos detenemos durante unos momentos en el hito de las 3 fronteras, donde convergen los ríos Iguazú y Paraná, formando la frontera tripartita entre Argentina, Brasil y Paraguay.

En cada país, se encuentra un monumento en forma de Obelisco, pintado con los colores de la bandera nacional, que simboliza la hermandad entre las tres naciones.

Así que la bandera estuvo literalmente donde se termina el país, y de allí volvió lista para seguir y seguir viajando…

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